RESEÑA TV | Ripper Street (BBC)

En 1888 un misterioso asesino en serie asoló las calles de Londres, sumiendo a la ciudad en el pánico más absoluto. Entre prensa e imitadores, el desconocido homicida fue bautizado con el alias de Jack el destripador, pues casi todas sus víctimas fueron halladas con el abdomen seccionado y las entrañas fuera. El asesino de Whitechapel sentía predilección por las mujeres que ejercían el antiguo oficio, de barrios pobres, a las cuales también estrangulaba y degollaba. Mucho se ha especulado sobre su identidad, algunos pensaban que se trataba de un habilidoso cirujano, otros, que era miembro de la nobleza, pero lo cierto es que Mandil de cuero, como así le llamaban algunos, desapareció sin dejar rastro con la misma celeridad con la que cometía sus crímenes.

Desde mediados del siglo XIX, Whitechapel había dejado de ser un lugar seguro. El East End de Londres se consumía entre el hambre de la sus habitantes, la abundante delincuencia que reinaba en sus calles y la extrema violencia con la que se afrontaban la mayoría de los problemas, policía incluida. La vida no era fácil en la zona, pero después del asunto de Jack el destripador, la situación se había tornado realmente caótica, casi insostenible. Con la prensa internacional haciéndose eco de la noticia, la imagen de la ciudad estaba por los suelos y la paranoia y el miedo habían entrado en un círculo vicioso difícil de parar. El detective Edmund Reid (Matthew Macfadyen) lo sabe muy bien y, cuando un nuevo asesinato que sigue los patrones establecidos por Jack aparece en las calles, la tensión se vuelve máxima.

A Reid lo acompañan su inseparable y algo camorrista sargento Bennet Drake (Jerome Flynn) y el cirujano americano Homer Jackson (Adam Rothenberg), el cual resultará indispensable para conseguir pistas forenses sobre los crímenes. Juntos deberán atrapar al asesino antes de que el director de un famoso periódico local, Dick Hobbs (Jonathan Barnwell), ávido de noticias frescas, acabe por propagar datos de la investigación o, peor aún, invente su propia versión de los hechos para satisfacer a las masas.  También se tornará vital en esta búsqueda el inspector jefe Fred Abberline (Clive Russell), quien un año atrás había estado al frente en la investigación del caso de Jack el destripador.

La historia de Ripper Street mezcla sabiamente los hechos históricos con el folclore popular y la leyenda formada en torno a la figura del mítico asesino. Pero no estamos ante una nueva reinvención del mito del destripador, sino más bien, sobre una mirada sobre lo que su paso supuso para una ciudad y un país con serios problemas de inmigración, violencia, y pobreza. En Ripper Street la tensión se palpa en cada esquina y la urgencia por dar caza al asesino se siente como una mezcla entre el cumplimiento del deber, la voluntad de ayudar al necesitado  y la presión por no demacrar aún más la imagen de una ciudad que todos percibían ya como un pozo de miserias.

En este sentido, la ambientación de la BBC es sobresaliente, uno parece respirar la inmundicia de las calles del East End y compartir el miedo de sus ciudadanos. La trama de este episodio piloto resulta interesante y contiene los suficientes giros argumentales como para mantener entretenido al respetable durante sus 60 minutos de duración. En general los personajes secundarios están bien dibujados, incluso aunque no tengan demasiado tiempo en escena, los actores de Ripper Street son lo suficientemente diestros como para dotarlos de los suficientes matices como para que el espectador pueda empatizar con ellos.

En especial Jerome Flynn y Adam Rothenberg se defienden bastante bien en sus escenas (especialmente Flynn el cual, de los dos, es el que tiene menos minutos en pantalla). Por eso llama tanto la atención que el personaje principal, Edmund Reid sea al que menos llegamos a conocer. Reid está en casi todas las escenas, pero, sin embargo, de ellas apenas sacamos nada en claro sobre el personaje, más allá de su dedicación al deber. Quizá se profundice en este aspecto en posteriores episodios, pero resulta chocante que entedamos más y mejor a sus dos compañeros que al personaje principal, con quien resulta más difícil empatizar.

En cualquier caso, Ripper Street cuenta con los suficientes alicientes como para convertirse en un nuevo éxito de la BBC. No juega en la liga de Sherlock (ni tampoco lo pretende), pero sin duda sus esfuerzos resultan en una ficción interesante y de producción impecable de la pronto contaremos con 7 episodios más que completarán esta primera temporada. Esperemos que tenga más suerte que otras series de la BBC tristemente canceladas como The Fades y, las aventuras de Reid y compañía puedan mantenerse a flote el tiempo suficiente como para desvelar sus misterios. 7.5/10.