CANNES 2013| Fabulosas/os

Jessica Chastain vestida de Versace en la presentación de Cleopatra de Joseph L. Mankiewicz.

 

No hay duda de que Cannes, además de ser el festival de festivales, punto de encuentro de cineastas, críticos y posibles distribuidores, también es un inequívoco escaparate para el glamour y la moda. Cada año más, el centro de atención mediática está situado en la Croisette, y los diseñadores y firmas más prestigiosas aprovechan esta circunstancia para vestir a las estrellas con sus mejores atuendos. Una publicidad nada desdeñable, sobre todo si consigues que una de las actrices más inmortalizadas por las cámaras estos días (dígase Nicole Kidman, Jessica Chastain o Marion Cotillard) luzca en público tu ropa, ya sea en las premieres de las películas, ruedas de prensa, galas benéficas, homenajes, simples paseos por la Croisette o en alguna de la innumerables fiestas que se han sucedido estos días. Un vestido para cada ocasión y todos contentos.

 

Jessica Chastain, a pesar de no tener película en competición o en alguna de las secciones paralelas del Festival, no se ha perdido un sarao. No en balde, la protagonista de La noche más oscura hizo su primera puesta de largo en este mismo certamen, hace ahora dos años, con El árbol de la vida de Terrence Malick. Hasta entonces pocos habían oído hablar de ella. Y, en ese plazo de tiempo, ha conseguido ser nominada dos veces a los Oscar y ganar un Globo de Oro. Nada parece que pueda detener su meteórica carrera y como otras actrices ha encontrado en la publicidad y la moda una infalible manera de reafirmar su presencia en los medios. Lo que está claro es que Chastain aprende rápido y, con dos o tres apariciones, ha sabido captar mucha atención estos días. En la Gala que celebraba el 50 Aniversario de Cleopatra de Joseph L. Mankiewicz lució el legendario zafiro azul de Elizabeth Taylor de casi 53 kilates. Si eso no consigue situar tropecientas miradas sobre tu persona, nada lo conseguirá. Por si acaso, Chastain se aseguró más atenciones al elegir el fastuoso vestido de Givenchy en color violeta y confeccionado en pedrería, que debía pesar una barbaridad, para la presentación de la película All is Lost de J.C. Chandor. Y es que el glamour requiere sus esfuerzos…

 

Todos sabíamos que tener a Nicole Kidman como miembro del jurado nos iba a garantizar buenas dosis de elegancia y deidad en la tierra. Y lo inevitable ha sucedido, se ha convertido en una de las protagonistas del certamen y, probablemente, en el rostro más fotografiado de la semana. No ha fallado ni en una sola de sus intervenciones. No ha habido atuendo que le sentara mal o le restara fulgor a su luminosa presencia (sí, soy fan). Se ha destacado mucho el vestido largo de Valentino que presuntamente iba a lucir Anne Hathaway en los Oscar (pero que cambió en el último momento por parecerse mucho al que llevaba Amanda Seyfried). Para tal ocasión, Nic se hizo acompañar por el cineasta Ang Lee, con el que ha hecho muy buenas migas esta semana –¡qué lista es!–. Keith Urban (su marido) debía tener empacho de alfombra roja –de la que ella nunca tiene bastante– y el director de La vida de Pi, que es muy caballeroso, se ofreció a acompañarla. En cualquier caso, ha sido un placer verla cambiar de modelito día-sí-día-también.

 

Siguiendo el ejemplo de Nicole, la actriz china Zhang Ziyi (2046, Tigre y Dragón) no quería desaprovechar su participación como miembro del jurado de la Sección A Certain Regard para dejar impronta. Eso sí, en un estilo muy distinto al de la diva australiana, mucho más naif. Una gran belleza y estupenda intérprete a la que llevábamos tiempo sin ver (sus últimos films locales no ha trascendido demasiado). Esperemos que The Grandmaster de Wong Kar-wai la recupere para el cine internacional o, al menos, le abra la puerta a nuevos proyectos. En la alfombra roja de Cannes 2013 ha estado casi siempre afortunada (ese vestido pantalón del día de la inauguración es muy ochentero y del todo inapropiado, ¡cachis!).

 

Marion Cotillard es de las que se sabe centro de atención y cuida mucho sus apariciones públicas. Tiene especial esmero al escoger todo lo que va a lucir en cada una de ellas, buscando contentar al mayor número de miradas expectantes. Sólo así se explica las variadas opciones que ha apadrinado en este festival: desde su vestido minifalda de Antonio Berardi, al Alexander McQueen de la rueda de prensa de The Immigrant o los dos Christian Dior que lució en la alfombra roja. Diseñadores locales, extranjeros, de talante clásico o más rompedor… Ninguno de todos me ha entusiasmado pero se agradece el riesgo.

 

Mención especial merecen la pareja más guapa de cuantas han desfilado por este Festival, Tom Hiddleston y Tilda Swinton (sí, soy fan de ambos). Impresionantes los dos de azul en la rueda de prensa de Only Lovers Left Alive (sí, hasta iban conjuntados). No sé de quién era la ropa que lucían pero seguramente debía ser parte de su fondo de armario. Estos dos no necesitan ni diseñadores para brillar. Con ellos se fotografió la actriz Kim Novak (Vértigo) que no pudo resistirse a tanto carisma y se metió en plena orgía de flashes. A sus 80 años, la Novak debe haber visto de todo 2 veces –menos Vértigo que con tanto homenaje la debe haber visto por lo menos 100–. De hecho, acudía a presentar una nueva copia restaurada de la película de Alfred Hitchcock, sin saber que podía ser ofuscada por una pareja tan irresistible (que sí, que soy fan).

 

Y la noche del estreno no fue para menos, hasta alzaron sus peinados a una misma altura. Él muy british y ella muy british-avant-garde. De hecho, Tilda siempre me ha parecido una versión vanguardista de la gran Deborah Kerr (De aquí a la eternidad, ¡Suspense!). De nuevo fiel al diseñador Haider Ackerman, ese vestido dorado es de los que fomenta la inspiración.

 

¿Quién te ha parecido más fabuloso?

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